Rinoplastia secundaria: una intervención compleja

Rinoplastia secundaria: una intervención compleja
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Creación: 14 abr 2017 · Actualización: 16 jul 2019
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La rinoplastia secundaria se realiza cuando el paciente, después de una primera operación, no quedó conforme con el resultado obtenido a nivel estético o funcional.

La nariz es una pieza central de la fisonomía del rostro. Por eso, el mejor consejo antes de operarse es ponerse en manos de un profesional idóneo que sepa muy bien cómo operar la zona. Es precisamente por su ubicación que se hacen más visibles los desperfectos o las malas praxis.

¿Cuándo operarse de nuevo?

En general, se piensa que aquellas personas que pasan por más de una operación de nariz están obsesionados con la apariencia de su rostro, pero lo cierto es que en la mayoría de los casos la decisión de volver al quirófano se debe a algún problema funcional, es decir, el paciente puede verse mejor pero no está cómodo y experimenta problemas respiratorios o rinitis crónica. Muchas veces ocurre por falta de pericia del médico que operó en primer lugar o incluso por el mismo proceso de cicatrización.

Entonces, a la hora de realizar este tratamiento -por primera, segunda o tercera vez- lo importante es que el paciente esté satisfecho con los resultados tanto a nivel estético como funcional, esto es, que los cambios efectuados en el tabique nasal no afecten la función respiratoria.

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Para tener en cuenta antes de operarse

La rinoplastia secundaria es una operación más compleja que la rinoplastia. Hay que tener en cuenta que las estructuras nasales han sido alteradas y que no es posible determinar con precisión antes de operar cuál es la cantidad y la calidad de esas estructuras, algo que sí se puede hacer cuando se trata de la primera intervención en la zona.

¿Por qué es más compleja?

El nivel de complejidad depende de la operación anterior. En este caso, el cirujano tiene dos opciones: o trata con extrema delicadeza los tejidos para conseguir los resultados deseados o, si esos tejidos son insuficientes, saca cartílago de otra zona (oreja, hueso de las costillas) y lo implanta en el tabique nasal. En algunos casos se recurre a microinjertos de grasa, que se pueden inyectar en la zona para evitar tanto traumatismo.

Como los tejidos quedan firmes y fibrosos después de la primera operación, en la segunda se complica un poco su manipulación. Por supuesto que influye la práctica del médico, pero hay que tener en cuenta que algunas cuestiones escapan a su voluntad o experiencia, como la consistencia de la piel (fina, normal o gruesa) y la cicatrización. Asimismo, cuantas más operaciones se haya realizado el paciente en la zona a tratar, menos opciones tendrá el cirujano para trabajar el tejido.

¿Cómo se realiza la operación?

Por lo general se realiza con anestesia general y requiere internación. El tiempo que dure la cirugía dependerá de la dificultad de cada caso, considerando los aspectos mencionados más arriba

¿Y el postoperatorio?

El paciente puede retomar su vida con normalidad pasados uno a dos días después de la operación. Se recomeinda retomar la actividad laboral una semana después, aunque la recuperación total no se producirá hasta pasadas unas semanas.

Es normal que, en los primeros días especialmente, la zona esté hinchada y aparezcan hematomas. Los resultados definitivos se pueden ver recién después de un mes.

En las primeras 24 horas es recomendable sostener la cabeza hacia arriba y en los días siguientes hay tener cuidado al sonarse la nariz. Los tapones se retiran después de un par de días y los apósitos, puntos, férulas y yeso después de una o dos semanas.

Otros consejos y recomendaciones son: no fumar, no usar anteojos ni lentes de contacto hasta que lo indique el médico, no tomar alcohol y evitar actividades que requieran contacto o esfuerzo físico. Evitar hablar y gesticular lo menos posible.

¿Cuáles son los resultados?

La rinoplastia secundaria puede corregir la operación previa mejorando la estética y la funcionalidad de la nariz. No obstante, hay que tener en cuenta que puede no ser exitosa debido a su complejidad. El grado de mejora funcional y estética varía mucho de un paciente a otro según sus circunstancias concretas.

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