Conociendo un poco mas al Botox
Por
Dr. Mauricio Navarro
Para empezar, de hecho la palabra Botox es una marca registrada por los laboratorios Allergan, aunque se ha hecho tan popular como la Coca-cola y que a todas las toxinas botulínicas se les llama ya con este nombre, tanto si hablamos de un inyectable como si hablamos de los cosméticos que llevan algún activo cosmético con una función parecida, es preferible mencionarla Toxina botulínica.
Los primeros usos de esta toxina, son hacia el 1973 cuando el investigador Alan Scott, lo utilizó en el estrabismo ocular y más tarde se fue usando en otras dolencias oculares como el blefaroespasmo.
Posteriormente se utilizó para otros tipos de distonias, tanto cervicales, como faciales, tortícolis espasmódica.
También se utiliza en procesos de hipersudoración excesiva tanto de manos como axilas.
Realmente cuando hablamos de este tratamiento especifico de la medicina estética, se trata de inyectar toxina botulínica en la piel de modo que llegue a la musculatura de la zona aplicada y produzca un efecto de relajación o disminución de la actividad de ese músculo.
Debido al bloqueo del las terminales nerviosas de acetil colina disminuye la acción de determinados músculos producen el movimiento.
Aunque la aplicación es local, por lo que esta toxina solo actúa donde se ha inyectado, posteriormente cuando el organismo va regenerando estas terminaciones nerviosas y eliminando la toxina, se vuelve a recuperar la función muscular, esto ocurre a partir del cuarto mes.
Una vez aplicado en los músculos que producen arrugas en la frente, entrecejo o patas de gallo, el músculo pierde la fuerza que le hace gesticular, por lo que no se mueve la zona igual que antes y así evitamos la formación de arrugas, lo cual parece ya de por si un tratamiento preventivo de la formación de las arrugas. Aunque a su vez en el área aplicada la piel se alisa y desaparecen las arrugas como si las borráramos.
En un principio parece un tratamiento espectacular, y de hecho, es uno de los tratamientos de la medicina estética más utilizados, ya que con ciertos pinchazos, y en unos días la piel aparece más lisa, sin arrugas y sin cicatrices.
¿Qué es la toxina botulínica?
Como ya he dicho se trata de una neuro-toxina muy potente, una molécula en forma de poli-péptido. Esta la elabora una bacteria llamada CLOSTRIDIUM BOTULINUM. Esta bacteria se encuentra o se forma en condiciones anaeróbicas, es decir sin aire, como en una lata de conservas. Si esta toxina es ingerida en grandes cantidades, puede provocar la parálisis muscular, se trata de una enfermedad llamada BOTULISMO. Pero no es en sí la bacteria la que produce el botulismo sino la toxina que una vez ingerida puede provocar la intoxicación y la enfermedad, bloqueando las sinapsis nerviosas del sistema nervioso central.
En usos farmacológicos tanto hospitalarios como estéticos, al ser mucho menor la concentración y al ir directamente inyectada en la zona a tratar se evita el riesgo a padecer esta enfermedad.
Por ejemplo, una dosis letal ingerida serian entre 2500 y 5000 UI, si tenemos en cuenta que el tratamiento de arrugas en rostro se realiza con 50 a 100 UI, para que la toxina botulínica comercial sea letal, deberíamos ingerir o tomar entre 50 o 100 frascos de toxina botulínica!.
Donde se aplica en medicina estética y donde NO debe aplicarse.
El Botox parece ser el tratamiento ideal para borrar las arrugas, aunque no en todas partes de la cara se puede utilizar, ya que el efecto es solo para las arrugas en las que esta implicado el movimiento muscular facial.
Es importante saber que el tratamiento con toxina botulínica o botox, no aumenta de tamaño ni el volumen de los tejidos.
Las principales zonas de aplicación, en las que el médico tendrá que aplicar según su criterio y según su propia experiencia son: zona de la frente, el entrecejo, encima de las cejas y las patas de gallo. Algunas otras veces menos frecuentes también se puede aplicar en la comisura de los labios, para evitar que la sonrisa caiga. Aunque no nos servirá en zonas como las mejillas, el mentón, papada o el contorno de la cara, porque puede producirse flacidez facial y disminución de la actividad de los músculos de la mímica, dando como resultado parálisis facial e inexpresividad. Aunque reversible con el tiempo.
¿Qué problemas o efectos secundarios hemos de conocer antes de aplicarse?
El efecto no es permanente, se va perdiendo lentamente, hasta durar un máximo de 6 meses, por consiguiente hemos de aplicarlo de nuevo cada cierto tiempo si es que queremos mantener el rostro sin arrugas siempre. Aunque con el tiempo, no solo detenemos la nueva formación de arrugas, sino que es necesaria menor cantidad de toxina para lograr el mismo efecto. Esto es así ya que al no producirse el movimiento reiterado de los músculos que arrugan, se detiene y previene el envejecimiento de las zonas tratadas.
- Solo actúa frente a las arrugas de expresión (principalmente en la parte superior), por lo que hemos de buscar otros tratamientos para el resto de la cara.
- La aplicación en manos expertas es muy importante.
- Solo actúa en las arrugas de expresión, pero no para la flacidez.
- Al ser una toxina, es posible que aparezcan anticuerpos contra ésta en el organismo, con lo que la eliminación de la toxina puede acelerarse, disminuyendo el efecto estético buscado.
- Se trata de una toxina y es algo que no se debe obviar es por ello que estará contraindicado en embarazadas y en el periodo de lactancia.
- Tampoco es recomendable cuando se sufre alguna enfermedad como la miastenia gravis.
- Algunas personas sienten leve debilidad o síntomas parecidos a la gripe o algún dolor de cabeza.
- También puede ocurrir asimetrías si es aplicado de una manera desigual, aunque fácilmente corregible con un retoque.
- En ocasiones aunque raras, como todo fármaco, puede haber algún tipo de alergias.
- También, debido a los pequeños pinchazos, pueden aparecer hematomas o pequeña inflamación en la zona.
El tratamiento con toxina botulínica es uno de los principales tratamientos realizados en los últimos años y llegó para quedarse. Su relativas pocas complicaciones en manos experimentadas, ausencia de secuelas ni cicatrices y la posibilidad de realizarlo sin suspender la actividad laboral, hacen de la toxina botulínica el tratamiento estrella en la batalla contra el envejecimiento.
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